12km: el documental de la familia Margós que habla de tradición, admiración y paella

12km: el documental de la familia Margós que habla de tradición, admiración y paella

23 de May, 2024

12KM: Una historia de paella, familia y tradición. from La Quadra Brandmovies on Vimeo.

 

'Todo lo que no hagas, se queda sin hacer'
Esta frase la solía utilizar Rafa Margós, el padre de nuestro Mestre Paeller. Una frase que se transmite de generación en generación en la familia y que, hoy en día, Rafa sigue haciendo suya. Una frase que demuestra la valentía de esta familia, que emprendió en el negocio de paellas para llevar en su humilde garaje de Chiva Paellas Margós, y que ha sido la semilla del restaurante familiar Bairetas y, como no, de la marca El Paeller.


Cocinando paellas a leña desde el año 90
'Mi padre jamás nos tuvo que llamar, ni a mí ni a mis hermanos, para trabajar un domingo'. Y es que, al parecer, esta familia lleva en la sangre la pasión por la leña. Como explican en el documental, mientras a mucha gente le asusta el fuego, a los hermanos Margós les transmite calma y control. 'Consideramos el humo como un ingrediente más de nuestro trabajo, de nuestros platos.’

¿Por qué 12 km?
La casa familiar de paellas para llevar de Margós se convirtió en el punto de referencia en la comarca, y personas de Cheste, Ribarroja o Godelleta venían a disfrutar de su paella. 12 km era el radio que los Margós podían abarcar en cuanto a demanda de paellas. El padre de Rafa ya quiso romper esa barrera en los 90. Y años más tarde, Rafa cogió el testigo y empezó a pensar en formas de hacer llegar la paella a otros paladares más lejanos.

De la idea al hecho
Ver cómo la marca de olivas Molero esterilizaba las olivas negras en lata le dio a Rafa la idea de hacer lo mismo con sus paellas. Después de muchas pruebas, visitas a laboratorios y paellas cocinadas, nació El Paeller. Las primeras paellas envasadas, hechas a leña y con ingredientes 100% naturales. Una idea que ha revolucionado el mundo de las paellas y que permite que cualquier persona, en cualquier parte del mundo, pueda comer una paella valenciana hecha a leña como las que cocinaba Rafa Margós en su garaje.